Ruby sigue luchando por encontrar la felicidad tras pasar un año viviendo en la lujosa mansión de su padre. Cuando ella y su hermana gemela Gisella (Karina Banno) se matriculan en un internado exclusivo de chicas, Ruby empieza a sentir una ilusión renovada de poder disfrutar de un nuevo comienzo junto a su hermana. Sin embargo, las cosas no salen según lo que ella prevé: no sólo se convierte en el centro de las burlas de sus compañeros por sus modestos orígenes, sino que su tutora Mrs. Ironwood (Henner), se une a su madrastra Daphne (Bell) y a Giselle para conspirar en su contra, situación que le provoca una tortuosa existencia, además de todo tipo de vejaciones públicas.