El sábado 27 de octubre de 2018, un supremacista blanco, radicalizado aún más por el clima político en ese momento, entró en la Sinagoga Tree of Life con cuatro armas de asalto semiautomáticas y gritó todos los judíos deben morir. Asesinó a once feligreses, con edades comprendidas entre los 54 y los 97 años, mientras rezaban. A Tree of Life crea un retrato profundamente personal de los sobrevivientes, las víctimas y los familiares de las víctimas del ataque a la sinagoga de Pittsburgh, y pone de relieve la crisis basada en el odio que amenaza nuestra seguridad colectiva y la democracia misma.