Londres, 1880. Una serie de asesinatos sacuden el ya de por sí peligroso distrito de Limehouse, y los vecinos están desesperados por los monstruosos crímenes cometidos por un asesino que se hace llamar el Golem. La policía, para no perder la popularidad del detective al mando, pone al experimentado detective Kildare al frente de la investigación.