Seiya y los demás santos dejan Japón, para dirigirse hacia Asgard, donde deberán buscar a Hyōga, quien ha desaparecido, y enfrentar a los guerreros de Asgard y a su patriarca. Una vez más, como era de esperar, la lucha de los heroicos Caballeros de Bronce tendrá como finalidad salvar a su protectora, la diosa Atenea.