Tras participar en el ensayo de su grupo de música, el mejor amigo de Zeke y Earl muere sin motivo aparente, por lo que sus compañeros deciden no contarle a nadie lo que ha sucedido. Claro que su empresa es difícil: las noticias vuelan en un pequeño pueblo de Alabama, y estos chicos no son precisamente unos expertos a la hora de cubrir sus huellas. Las autoridades aún no han podido identificar el cadáver, pero la mujer de Zeke y su hija comienzan a sospechar que algo huele a podrido. Y no es precisamente Dick.