Pee-Wee tiene una flamante bicicleta roja y blanca que es la envidia de los niños del barrio, pero, mientras compra una bocina nueva, alguien se la roba. Empezará entonces a buscarla incansablemente, pero sin éxito; por ello decide visitar a una vidente para que le diga su paradero, pero la mujer se equivoca. Cuando Pee-Wee reanuda la búsqueda vivirá innumerables aventuras: subirá al coche de un preso fugado, viajará con una camionera fantasma, muerta hace un año, montará un toro salvaje.