Después de muchos años de distancia, Ariel es convocado por su padre distante a su infancia a casa en el cuarto judío animado de Buenos Aires, conocido como El Once. Sobre el curso de siete días, durante las vacaciones vibrantes de Purim, Ariel procura unirse de nuevo con su padre, que dirige una caridad judía y se considera como una trituradora grande en la comunidad unida, pero era con frecuencia ausente debido a su obligación de realizar el quórum judío de tener 10 hombres presentes en todos los entierros.