Irene, de 8 años, es testigo de la muerte de su padre en un atropello y fuga. Atormentada por no poder recordar la cara del conductor, se convierte en una adolescente rebelde e introvertida, obsesionada con llevarlo ante la justicia. Eventualmente, se encuentra con el mismo hombre que está buscando, Michele, pero no parece reconocerlo. Llena de culpa, Michele decide quedarse y protegerla, encontrándose irremediablemente enamorado de la chica, que apenas está empezando a abrirse.