Todos los que conocían al matrimonio Bartrand -formado por Bill y Sally - afirmaban, sin temor a equivocarse, que ambos junto a sus dos hijos, eran una familia ejemplar y unida. Por ello, cuando Michelle, la canguro de los niños (y amante secreta del padre), encuentra el cuerpo sin vida de la dueña de la casa, nadie puede explicarse las causas que le llevaron a dispararse un tiro en la sien, como evidencian las apariencias. Michelle se convertirá en la principal sospechosa, pero ella misma descubrirá que nada es lo que parece...