Cherry Falls es una pequeña y pacífica ciudad hasta la noche en que un asesino en serie empieza a alimentarse de su juventud. Después de encontrar el cuerpo de la tercera víctima adolescente, el modus operandi del asesino sale a la luz: todas las víctimas eren vírgenes. El Sheriff Brent Marken (Michael Biehn), preocupado por la seguridad de los adolescentes, incluyendo a su propia hija, Jody (Brittany Murphy), convoca a una reunión de emergencia a todos los ciudadanos. La reunión acaba en caos, y un cuarto adolescente es asesinado. El Sheriff alberga una terrible sospecha sobre la autoría de los asesinatos pero, cuando llegan a la ciudad los agentes del FBI, decide guardársela para sí. Cuando las estudiantes se dan cuenta de que para salvar sus vidas deberán perder su virginidad, deciden organizar una tremenda orgía.