Rayne (Natassia Malthe) se verá forzada a luchar contra los nazis en la Europa de la II Guerra Mundial, encontrándose cara a cara con Ekart Brand (Michael Paré), un líder nazi que intentará inyectarle a Hitler la sangre de Rayne. De esta forma, convertiría a su líder en un Dhampir, es decir, un inmortal, mitad vampiro mitad humano. Tercera y última película de la saga Bloodrayne, basada en una serie de videojuegos homónima.